octubre 14, 2024

A puertas cerradas

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El presidente Alberto Fernández participó durante la gira europea de una reunión con ocho empresarios de Francia. Lo exiguo del número fue atribuido oficialmente a los protocolos de pandemia, pero refleja claramente lo reducido del interés del capital por Argentina. Lo más llamativo que oyeron los hombres de negocios del presidente a puertas cerradas fue no quería ningún acuerdo con el FMI en sus planes “por ahora”, algo que lógicamente se cuida de declarar en público. Para Fernández el FMI debe hacer un mea culpa por el crédito dado Mauricio Macri antes de firmar cualquier acuerdo.

La agenda real

Del encuentro participaron también Felipe Solá y Martín Guzmán. En silencio. Lo más importante del intercambio no fue la situación de la deuda con el FMI y el Club de París. La preocupación central de los interlocutores del presidente fue el control de capitales. Con el cepo, alegaron, no se pueden transferir dividendos lo que hace inviable las inversiones. Fernández dijo que era temporario y que sería levantado lo antes posible. También le preguntaron por los precios máximos y el presidente reconoció que por ahora no podía hacer otra cosa. No muy alentador para atraer inversiones.

Con quién hablar

En cuanto a la cuestión de la deuda, el que la introdujo fue el presidente con una posición que llamó la atención por su contundencia y por su similitud con la de Cristina Kirchner. Para Fernández, según trascendió, no habrá ningún acuerdo hasta que el FMI no acepte su “error” por el préstamo otorgado al gobierno de Mauricio Macri. Del encuentro los empresarios se retiraron con el convencimiento de que el presidente no necesitaba ningún apoyo para negociar con el FMI como decían los medios argentinos y que la próxima reunión deberían pedirla con algún referente de Cristina Kirchner.

Randazzo y Schiaretti

Florencio Randazzo corresponsabilizó a la CGT de los males que padece la Argentina y los sindicalistas repudiaron sus dichos. El cruce llamó la atención por lo extemporáneo, pero se explica por el contexto. El ex funcionario hizo su declaración en un zoom armado por jóvenes cordobeses ligados al gobernador Juan Schiaretti. La idea es sortear la grieta con un “revival” del ancho camino del medio que Sergio Massa dejó libre. En esa senda Randazzo le apunta no sólo a los votos peronistas no “K”, sino también a los de Juntos por el Cambio no macristas. Pero su irrupción al que más perjudica es al PJ.