octubre 7, 2024

Tras superar el Covid, Sergio Lapegüe contó que atraviesa «un bajón anímico»

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A principios de este año, Sergio Lapegüe atravesó una larga internación por Covid-19. El conductor, que estuvo varios días en terapia intensiva, fue compartiendo imágenes de su tratamiento, retratando la «pesadilla» que le tocó vivir.

Hoy, a poco más de un mes de que le dieran el alta, el periodista continúa con su recuperación. «Estoy mejor, casi en el 80% de mi capacidad pulmonar. Empecé a hacer un tratamiento post Covid con una kinesióloga», comenzó.

Sin embargo, contó que aún sufre las secuelas que deja la enfermedad. «Estoy cursando un proceso de bajón, con un poco de tristeza. El médico me dijo que es normal, que sucede por el estrés post traumático», reveló. «Lo llaman ‘long Covid'», explicó.

Luego, recordó cómo fueron sus días en el hospital: «Estuve como ausente, hay siete días de la internación que no recuerdo nada. Todos los días eran iguales, no sabés ni qué día ni qué hora es. Tenía una ventana pero no me interesaba ni mirar porque lo único que te preocupa es respirar. A medida que pasa el tiempo te das cuenta que respiras peor».

El periodista contó que se contagió tras la visita de un amigo, que estaba contagiado y no lo sabía. En ese momento, relató, fue a hisoparse, pero, antes, le realizaron una tomografía computada. «Tenía el virus en el pulmón derecho. Ahí mismo el médico me dijo que me tenía que quedar internado», explicó. «Yo le dije ‘¿para que me dejas internado si me siento bien?’ y me dijo que era por precaución», agregó el periodista.

Lo que sigue ya es de conocimiento público: el conductor de TN estuvo algunas semanas internado, con un cuadro que se agravó y que lo llevó a la terapia intensiva por varios días.

«Me pregunté ¿cómo podía estar así, sin poder respirar, si la semana pasada había corrido 100 kilómetros?», señalando el impacto que tuvo en él la enfermedad, pese a su intensa actividad física.

Hoy, tras su experiencia, el conductor ayuda a la gente que lo atraviesa. «Yo estaba triste y depresivo. Yo soy un tipo súper optimista, en ese momento no quería prender la tele, no quería abrir la ventana. Y viene la enfermera y dice qué está pasando acá, acá tiene que haber luz, tiene que venir la luz de afuera, me abrió la ventana, me prendió la luz, vos vas a salir», recordó.

Y continuó: «Le digo tengo 39 de fiebre, se va, volvió con un tacho con hielo, me empezó a poner paños, me bajó la fiebre. Me dio la mano, me largué a llorar, me dijo llorá, que te va a hacer bien, y esta enfermera me vino a ver todos los santos días, que no tenía por qué estar, era como un desafío para ella».

«Cómo no puedo devolverle yo a la gente diciéndole que se puede salir”, concluyó.