octubre 8, 2024

Crean dispositivo que convierte agua salada y orina en energía

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Permite la alimentación de teléfonos celulares, radios o dispositivos pequeños, mediante la carga con agua mezclada con sal e incluso con orina.

Una startup diseñó un revolucionario dispositivo, Waterlight, que extrae energía de un recurso natural tan abundante como el agua salada, aprovechando el poder de la ionización.

Mediante este proceso, por el cual los electrolitos de agua salada reaccionan con materiales metálicos en el interior del dispositivo, produce energía eléctrica.

Además de ser un generador de energía portátil, Waterlight está pensado funcionalmente como una lámpara que también es fuente de carga para pequeños aparatos como teléfonos celulares, radios o dispositivos que funcionen universalmente a través de un puerto USB.

Perfectamente adaptado al agua de mar, el dispositivo también responde en escenarios de emergencia a la alimentación de carga con agua mezclada con sal e incluso con orina.

“Creamos esta solución sustentable para que hoy todos puedan tener acceso a recursos básicos y así obtengan una mejor calidad de vida. En línea a nuestro compromiso con la sostenibilidad, WaterLight se ha creado como un producto 100% reciclable y duradero. Diseñado para funcionar durante 5.600 horas – lo que equivale a más de 230 días o 2 a 3 años de uso -. Se escalamiento tecnológico tiene un potencial verdaderamente global”, aclaró el Departamento Científico de E-Dina, la startup responsable del proyecto.

E-Dina planteó comprobar con los Wayúu, una comunidad indígena que vive en la remota península de La Guajira, en la frontera entre Colombia y Venezuela.

Aunque su árido desierto carece de conexión a la red eléctrica, la tribu tiene acceso a la batería más abundante del mundo: el mar.

Gracias al primer contacto de WaterLight con el mundo, los Wayúu han transformado sus vidas de forma segura y sostenible, hábitos rutinarios como la pesca nocturna, la carga de teléfonos móviles o la vida después del ocaso, son posibles ahora sin la necesidad de trasladarse por kilómetros para buscar una fuente de energía; la sensación cálida de la luz permite la conexión dentro de la comunidad con el mundo exterior, algo que según ellos, afirmaron con orgullo, hubiese sido impensable para sus ancestros.