octubre 8, 2024

La autopartista argentina que potencia a Ferrari

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Entre sus clientes, también, se incluyen preparadores de motores en mercados de competición y alto rendimiento y rectificadores de motores en el mercado de reposición.

Detrás el rugido de un motor Ferrari hay acento argentino. Y no es el único caso también en los Mclaren, las motos Harley Davidson y los tractores John Deere. La industria automotriz es clave para nuestro país tanto en generación de empleo como proveedora de divisas por exportación de autopartes. Y ahí juega la rafaelina Basso.

Basso es una reconocida empresa autopartista por sus válvulas para motores. Exporta el 90% de su producción a más de 30 países y es uno de los proveedores de ese producto a grandes constructores como Ferrari, Peugeot, Ford, Harley Davidson, y John Deere, entre otros.

Entre sus clientes, también, se incluyen preparadores de motores en mercados de competición y alto rendimiento y rectificadores de motores en el mercado de reposición.

En un hilo de Twitter que circuló en las últimas horas, el usuario @matifer contó la historia de Basso.

«Basso S.A. es una de las empresas industriales del Grupo Basso. Emplea a 580 personas. Su planta tiene más de 20.000 m2 y está en el corazón de la principal cuenca lechera de Santa Fe, en la ciudad de Rafaela. Podríamos pensar que ahí todo es agricultura, pero provincia fierrera», explica.

El relato continúa: «Al contrario de muchos casos, Basso se fue transformando en una empresa familiar con los años. En 1968, se convierte en sociedad anónima. En 1985, la familia Basso termina de comprar el 100% de las acciones a sus socios».

«La empresa crecía. Necesitaban instalaciones más grandes. La nueva planta se inauguró en 1974. En 1982, compraron la división de válvulas de Thompson Ramco Argentina. Esto le dio impulso a la producción y los insertó en el mercado original. En 1971 hacen su primera exportación. En 2002, compraron la fábrica de válvulas Manley Engine Valves en Bandera de Estados Unidos, que estaba en convocatoria de acreedores. Querían producir desde allá, pero era difícil. Trajeron las máquinas a Rafaela en 32 contenedores. A los 3 años hicieron la primera expo a México bajo esa marca», cuanta el usuario.

Basso exporta el 86% de su producción. «Exporta ‘a la fuerza’, porque en Argentina casi no se hacen motores. Cuando la empresa nació, había alrededor de 14 fábricas de válvulas. Hoy solo quedan 2 en el país y 4 en Latinoamérica. Basso es la única de capitales nacionales. Llegan a 33 países en 5 continentes. Entre ellos: EEUU, Brasil, Italia, Alemania, México, Francia, Australia y Arabia Saudita. A Japón llegan desde la planta de Motor Parts (empresa del grupo), a 13 kms de Rafaela, donde producen válvulas de competición y alta performance», señala el hilo en Twitter.

En la actualidad Basso continúa como empresa familiar y ya trabaja allí la tercera generación.

¿Pero cómo fue que desde Rafael llegaron a Ferrari? @matifer lo cuenta: «El contacto fue por Martín, hijo de José Luis, que como corredor de autos viajó a Italia en 2001 y llegó hasta Maranello, donde está Ferrari. Después de muchííísimos testeos, Ferrari firmó contrato con Basso. En 2002 llevaron la primera caja con válvulas».

Hoy, Basso equipa el 90% de los autos de calle de Ferrari y por 3 años consecutivos, un motor Ferrari con válvulas Basso ganó como motor del año.

«La materia prima la traen de Europa, unos 400 kms de donde, después, vuelve hecho válvula. Basso rompe el prejuicio de que solo producimos commodities y los países desarrollados productos industriales con valor agregado. También muestra que para exportar, a veces hay que importar», se añade.

Por otro lado, la empresa ya tiene un ojo en lo que viene en materia de electromovilidad con una unidad de negocios especializada, con la cual buscan aprovechar el boom de los motores eléctricos, especialmente con la mira puesta en el transporte público, ingeniería y fabricación de packs de baterías, y micro-movilidad.