diciembre 1, 2025

Aumentan los casos de sífilis en Argentina: alerta en adolescentes y jóvenes adultos

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Los contagios subieron 38,5% respecto de 2022. Advierten que tres de cada cuatro nuevos positivos corresponden a personas menores de 40 años.

Argentina atraviesa un crecimiento alarmante de casos de sífilis que no se detiene. El último Boletín Epidemiológico confirmó que en 2024 se registraron 36.917 diagnósticos y que el 2025 viene casi en la misma línea: en solo 44 semanas ya se notificaron 36.702 contagios. El aumento es tan acelerado que, en comparación con 2022, la suba es del 38,5%. Y hay un dato que encendió todas las alertas: tres de cada cuatro nuevos positivos corresponden a personas menores de 40 años.

La enfermedad avanza en todo el país, sin distinción regional. La zona Centro —con Córdoba y Buenos Aires como núcleos— concentra la mayoría de los casos, pero la Patagonia es la región con la tasa más alta, especialmente en Neuquén, Tierra del Fuego y La Pampa. Provincias del Norte y Cuyo también reportaron incrementos sostenidos. Frente a este panorama, el Colegio de Médicos bonaerense emitió una advertencia contundente sobre el “riesgo inminente para la salud pública” por el repunte de infecciones como sífilis, gonorrea y VIH.

Para Fernán Quirós, ministro de Salud porteño, el aumento no se explica solo desde lo sanitario. El funcionario analiza el fenómeno como un reflejo de “cómo fallamos en la prevención, el autocuidado y la reducción de desigualdades sociales”. En los sectores populares, la dificultad de acceso al sistema de salud retrasa las consultas frente a síntomas iniciales que desaparecen rápido y dejan la enfermedad avanzar silenciosamente. En los sectores medios, por el contrario, preocupa la baja percepción de riesgo y un uso menos constante de métodos de protección.

El informe oficial también marca que la mayoría de los contagios se concentran entre los 15 y los 39 años, con un pico entre los 20 y los 24. La combinación de factores —falta de campañas sostenidas, menor uso de preservativo, diagnósticos tardíos, circulación de infecciones silenciosas y la caída en la distribución de insumos preventivos— creó el escenario ideal para que una enfermedad totalmente prevenible se expanda a niveles récord.

La sífilis se transmite por contacto sexual directo y puede pasar desapercibida en sus primeras etapas. Si no se detecta, avanza hacia fases latentes más peligrosas, aumenta el riesgo de transmisión del VIH y puede causar graves complicaciones durante el embarazo. A nivel nacional, las autoridades implementan testeos rápidos, actualizan guías de atención y refuerzan la capacitación en el primer nivel de atención; mientras que organizaciones como AHF y Fundación Huésped llevan adelante campañas de prevención y acceso a diagnóstico en grupos vulnerables.

Los especialistas insisten en algo sencillo pero ignorado con demasiada frecuencia: testearse, usar preservativo en todas las prácticas sexuales y evitar estigmas que desalientan la consulta. Con una curva que sigue en ascenso y récords que se renuevan año a año, el desafío es colectivo: del sistema de salud, de quienes diseñan políticas públicas y también de toda la comunidad sexualmente activa.