noviembre 12, 2025

Loma Negra cerró el tercer trimestre con pérdidas y caída de ingresos mientras transita el cambio de dueños

Loma Negra es líder en el mercado de cemento de la Argentina, con casi 50% de participación.

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La incertidumbre política tras las elecciones bonaerenses afectó las ventas. Ahora, con el triunfo oficialista de octubre, la empresa espera una recuperación para lo que resta del año.

En medio de un proceso de cambio de dueños y con su actividad afectada por la incertidumbre electoral, la cementera Loma Negra presentó su balance correspondiente al tercer trimestre de 2025 con resultados negativos en la comparación interanual.

Según el informe presentado ante la Comisión Nacional de Valores registró en el período julio/septiembre una pérdida neta de $8.587 millones, así revirtió la ganancia de $27.871 millones que había obtenido en el mismo lapso de 2024.

La caída estuvo impulsada por un menor resultado operativo, un contexto de precios más débiles y un incremento del resultado financiero negativo, afectado por la devaluación del peso y la suba de tasas, explica el informe.

El director ejecutivo de Loma Negra, Sergio Faifman, destacó en el comunicado que la compañía enfrentó un trimestre de contrastes, en el que el crecimiento macroeconómico del país (6,1% según el INDEC en la primera mitad del año) no logró sostenerse en el segundo semestre.

“El sector comenzó a mostrar señales de desaceleración en el tercer trimestre. La incertidumbre política aumentó a medida que se acercaba la primera instancia de las elecciones de medio término, y los resultados en la Provincia de Buenos Aires generaron dudas sobre la sostenibilidad del programa del Gobierno. El alza en las tasas de interés y la volatilidad cambiaria también afectaron los niveles de actividad”, señaló el ejecutivo.

Faifman destacó que, pese al retroceso interanual, los despachos de la industria en septiembre alcanzaron su nivel más alto en casi dos años y que los volúmenes de octubre “muestran un crecimiento interanual de 7,4%”, lo que, a su juicio, representa una señal alentadora hacia el cierre del año.

En cuanto al margen operativo, el CEO subrayó que el trimestre mantiene una estacionalidad históricamente baja por los costos energéticos del invierno, pero valoró la estabilidad secuencial respecto del segundo trimestre.

También remarcó la importancia de la emisión de deuda realizada en julio para extender la duración promedio de las obligaciones y mejorar la posición de liquidez.

“El ratio de apalancamiento se ubica en un nivel saludable de 1,49 veces, y con la nueva ON logramos un perfil de vencimientos cómodo”, sostuvo Faifman.

En su evaluación del contexto político, agregó que “los resultados recientes de las elecciones legislativas nacionales parecen haber reducido las preocupaciones políticas, y somos optimistas de que esto ayudará a bajar la volatilidad y tendrá un efecto positivo en los niveles de actividad”.

Fuerte caída de ingresos por menores ventas de cemento

Los ingresos netos por ventas totalizaron $209.272 millones (equivalentes a u$s154 millones), lo que representó una baja del 12,1% frente al mismo trimestre del año anterior.

Este deterioro se explicó principalmente por la contracción del 13,2% en el negocio de cemento, su principal segmento, que concentra casi nueve de cada diez pesos facturados por la compañía.

El volumen de ventas de cemento, cemento de albañilería y cal descendió 5,4%, hasta 1,37 millones de toneladas, aunque mostró una mejora del 12,8% respecto del trimestre anterior, lo que marca cierta recuperación secuencial tras la desaceleración registrada a mitad de año.

En el desglose operativo, el cemento a granel mostró un desempeño más sólido gracias al impulso de proyectos mineros, obras viales e infraestructura pública, mientras que el cemento en bolsa cayó 11,8% afectado por la menor demanda del sector privado y la volatilidad macroeconómica.

El segmento de hormigón, en cambio, creció 37,8% interanual en volumen, motorizado por obras logísticas y residenciales, así como proyectos públicos en el área metropolitana y en la provincia de Santa Fe.

También el negocio de agregados mostró dinamismo con un incremento del 26,3%, vinculado a la construcción vial y ferroviaria, aunque sus ingresos apenas se mantuvieron estables debido a precios más débiles.

En consecuencia, el Ebitda ajustado consolidado fue de $43.536 millones, lo que implica una contracción del 23,7% interanual.

En dólares el resultado fue todavía peor: el Ebitda se ubicó en u$s36 millones, con una caída de 35% respecto de 2024.

El margen de Ebitda ajustado se redujo a 20,8%, frente al 24% del año pasado, reflejando la presión de los costos energéticos y la menor capacidad de trasladar aumentos de precios, se informó.

El segmento de cemento tuvo un margen de Ebitda de 24,2%, 129 puntos básicos por debajo del año anterior, mientras que el negocio de hormigón mostró un deterioro notable, con un margen negativo de 6,8% frente a un 4,2% positivo en 2024.

Los agregados también mantuvieron márgenes negativos (-16,7%), aunque con una leve mejora respecto del ejercicio anterior.

El negocio ferroviario, operado a través de Ferrosur Roca, sufrió una contracción de su margen hasta 3,4% debido a menores tarifas y la interrupción de la línea Bahía Blanca–Neuquén, que afectó el transporte de yeso y arena de fractura.

El costo de ventas se redujo 6,1% interanual hasta $173.012 millones, atribuido en parte a menores gastos de mantenimiento y menores costos energéticos logrados a través de contratos firmados el año anterior. Estos acuerdos incluyeron precios del gas por debajo de un dólar por millón de BTU y reducciones en las tarifas térmicas.

Sin embargo, la compañía enfrentó mayores cargos por depreciación tras la finalización del proyecto de embolsado de 25 kilogramos y un aumento en los costos de transmisión eléctrica.

La ganancia bruta del trimestre cayó 32,5%, ubicándose en $36.261 millones, mientras que el margen bruto retrocedió de 22,6% a 17,3% en la comparación interanual.

Los gastos de comercialización y administración descendieron 11,7%, hasta $19.282 millones, debido a menores costos de flete y comisiones, aunque representaron el 9,2% de las ventas totales, en línea con el año anterior.

Emisión de ON para reperfilar deudas

En el frente financiero, Loma Negra registró un costo financiero neto de $28.733 millones, frente a una ganancia de $16.600 millones en 2024.

Según el informe, la diferencia se explicó por una menor ganancia por exposición a la inflación -dado que el efecto de la posición monetaria neta se moderó- y por mayores pérdidas cambiarias derivadas de la devaluación del peso durante el período. Las tasas de interés en pesos más altas también elevaron el gasto financiero.

El resultado antes de impuestos arrojó una pérdida de $12.777 millones, en contraste con una ganancia de $47.673 millones en el mismo trimestre del año anterior.

A pesar de que los impuestos a las ganancias tuvieron un impacto menor -por menores anticipos y diferencias temporarias-, la pérdida neta se consolidó en $8.587 millones.

En términos de estructura de capital, la deuda neta alcanzó $281.519 millones, equivalentes a u$s206 millones, cifra que representó un aumento de 24% interanual.

El ratio de apalancamiento (deuda neta sobre Ebitda ajustado de los últimos doce meses) subió a 1,49 veces, desde 0,89 al cierre de 2024.

Durante julio, la compañía emitió una nueva Obligación Negociable Clase 5 por u$s113 millones a dos años de plazo y con una tasa del 8%, cuyos fondos se destinaron a refinanciar vencimientos próximos y extender el perfil de deuda.

En el análisis por segmentos, los ingresos por ventas de cemento, albañilería y cal representaron el 87% de la facturación total, mientras que el hormigón aportó 9,2%, el ferroviario otro 9,2% y los agregados 2,6%.

Las cifras reflejan la fuerte concentración del negocio en el core cementero y la menor contribución de las líneas diversificadas.

Loma Negra es la principal productora de cemento de la Argentina, con casi 50% del mercado. El mes pasado, el grupo brasileño InterCement llegó a un acuerdo de reestructuración de pasivos con sus acreedores, entre los cuales está el empresario argentino Marcelo Mindlin, quien se convirtió en accionista principal del nuevo grupo controlante de la cementera con sede en Olavarría.