Donald Trump, felicitó al mandatario nacional Javier Milei por la “aplastante” victoria.
Lo confirmaron fuentes de Presidencia a Perfil. Trump había anticipado el fin de semana que no enviaría una delegación y denunción una violación de los derechos humanos de las minorías blancas en ese país.
El Gobierno, los responsables de hacerlo, trabajaron en las últimas horas con el supuesto de que Javier Milei asistiría a la cumbre del G20, el fin de semana del 22 y 23 de este mes en Johannesburgo, Sudáfrica. Se trata del segundo compromiso de Milei como presidente con el foro que reúne a las 20 principales economías del mundo, tanto desarrolladas como emergentes. Una credencial que ostenta casi por azar la Argentina. Aún así, de las más valiosas que tiene.
Anoche, fuentes de Presidencia confirmaron a PERFIL que Milei no irá a Sudáfrica. Lo harán el sherpa, guía del presidente en la cumbre, Federico Pinedo y el canciller Pablo Quirno. Una fuente diplomática que participó de la organización de la reunión del mismo foro en la Argentina en 2018, la única vez que se llevó a cabo aquí, advirtió que la ausencia del Presidente “será un desaire a toda África”.
Milei participó un año atrás del encuentro del G20 en Río de Janeiro, donde mantuvo su primer y fugaz contacto con el mandatario brasileño Lula da Silva, además de una reunión bilateral con el presidente chino Xi Jinping. Unas semanas antes de ese encuentro, Milei había descubierto la importancia del cuidado de la relación con China, principal destino de las exportaciones argentinas: en una entrevista con Susana Giménez abjuró de sus ataques previos a Beijing y dijo que se trataba de un “socio comercial muy interesante, porque no exigen nada, solo piden que no los molesten”.
Las dudas sobre la asistencia de Milei surgieron el fin de semana, después de que Donald Trump asegurara que los Estados Unidos no enviarán una delegación a la cumbre. Trump acusó al gobierno de Sudáfrica de Cyril Ramaphosa, del histórico partido Congreso Nacional Africano, de consentir graves violaciones a los derechos humanos de las minorías afrikaner, centro del sistema de apartheid que dominó Sudáfrica hasta 1994, blancos descendientes de colonos holandeses, pero también de franceses y alemanes.
“Es una vergüenza total que la cumbre del G20 se celebre en Sudáfrica. Los afrikaners están siendo asesinados y masacrados y sus tierras y granjas están siendo confiscadas ilegalmente”, denunció Trump en un posteo en su red Truth Social. “Ningún funcionario del gobierno asistirá mientras estos abusos continúen”, aseguró.
Voceros de la cancillería sudafricana calificaron de “lamentable” la decisión de Washington y dijeron que el éxito de la cumbre “no dependerá de un solo Estado miembro”. Habría que ver si dependerá de dos Estados miembros….
La ausencia de Milei en Johannesburgo está sin duda influenciada por esta controvertida decisión del presidente norteamericano. Cómo no contemplarlo. Se ignoran cuáles son los compromisos asumidos con los Estados Unidos por el salvataje financiero del Tesoro norteamericano, que evitó una crisis cambiaria en el umbral de la elección de medio término. Y que, según varios análisis, contribuyó (igual que la activa intervención de Donald Trump), al triunfo del oficialismo.
Milei ha tenido más inclinación por los eventos partidarios privados, preferentemente en los Estados Unidos, que por los foros globales. Es un miembro activo de lo que Juan Gabriel Tokatlian ha llamado con acierto la “Internacional reaccionaria”. Pero su inserción en el mundo está siendo intermediada cada vez en mayor medida por Washington.
Qué pasa en Sudáfrica
Trump había avanzado con su denuncia sobre violaciones a los derechos humanos en ocasión de la visita de Ramaphosa a la Casa Blanca, en mayo último. En lo que los análisis no dudan en caracterizar como una “emboscada” (también la padeció Volodimir Zelensky) Trump hizo proyectar frente al presidente sudafricano un video en el que se veía a un polémico dirigente expulsado del oficialismo sudafricano amenazando a las minorías blancas (“Disparen al bóer”). Trump le mostró a Ramaphosa artículos sobre tomas de tierras, crímenes y otros abusos y hasta usó la palabra “genocidio”.
No hay evidencias que indiquen que en Sudáfrica se esté perpetrando un genocidio contra la minoría blanca, según recogen los principales medios del mundo. Ningún partido de la oposición lo ha denunciado, incluidos los que representan a las minorías blancas. Las versiones, coinciden, forman parte de las campañas de desinformación que suelen circular en grupos de extrema derecha. La inseguridad, sin embargo, es una tragedia en ese país. Y golpea tanto a blancos como a negros. Un informe de ABC News de ayer, que cita a expertos sudafricanos en el tema, asegura que el motivo de los violentos ataques a los que aquí llamaríamos chacareros es el robo y no el racismo. En 2024 se registraron 26 mil homicidios: sólo 37 fueron en granjas. Para tener una idea, en la Argentina hubo el año pasado 1.800 homicidios, según datos del Ministerio de Seguridad.
La animosidad de Trump con Ramaphosa podría tener otros motivos. Sudáfrica acusó a Israel ante la Corte Penal Internacional de “genocidio” por su conducta en Gaza, que ha dejado decenas de miles de muertos. Ramaphosa, comparó las acciones de Israel con el apartheid.
El G20
El G20 es un foro muy relevante para la Argentina. Y para el país también empieza a tener relevancia comercia Sudáfrica.
Argentina, Brasil y México son las únicas tres naciones de América Latina que participan del Grupo. Nuestro país fue convocado en 1994 como uno de los principales tomadores de deuda, en momentos en los que avanzaban las reformas económicas del menemismo. Una música conocida. En palabras de Guillermo Nielsen, exsecretario de Finanzas, la Argentina fue invitada “no por virtud sino por defecto: el excesivo endeudamiento que había acumulado y el riesgo que ello conllevaba para las economías emergentes».
El G20 es un escenario clave para la articulación de las relaciones exteriores de la Argentina con las principales potencias globales. Se sabe que a Milei no le resulta atractivo el multilateralismo. Ejemplos en vivo: no viajó a la Conferencia sobre el Clima de la Amazonia brasileña, que discute los efectos devastadores del calentamiento global, porque rechaza sus postulados (tampoco fue Trump, aunque Lula lo invitó personalmente); Milei tampoco participó de la cumbre Celac-UE celebrada el último fin de semana en Colombia, por sus diferencias ideológicas con Gustavo Petro.
En cuanto a Sudáfrica, es el cuarto destino de las exportaciones argentinas hacia el continente africano, básicamente manufacturas de origen agropecuario y energía, pero también refrigeradores, vehículos de motor y vacunas. El intercambio comercial ha sido favorable históricamente a la Argentina. La cancillería anunció en octubre de 2024 que Sudáfrica había reconocido los requisitos para la compra de hemoglobina bovina y porcina en polvo proveniente desde nuestro país, “lo cual representa una valiosa oportunidad comercial para la Argentina”, señalaron entonces.
Como se ve, se hace difícil justificar una ausencia del presidente argentino en Sudáfrica. Tal vez lo que hay detrás de la decisión sea simplemente un caso de mímesis con Trump.

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