octubre 9, 2025

El Tesoro vendió más de US$ 300 millones y se agotan las municiones para mantener el dolar planchado

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Los depósitos en dólares del Ministerio de Economía se redujeron a menos de US$ 400 millones con 11 ruedas hasta las elecciones legislativas. Además, enfrenta vencimientos de deuda por US$ 313 millones en los próximos días.

En paralelo a la misión de Luis Caputo en Estados Unidos para conseguir un rescate financiero del gobierno de Donald Trump, el Tesoro gasta las últimas municiones en pos de congelar el dólar mayorista en $1.430. Según estimaciones privadas, el Ministerio de Economía vendió más de US$ 300 millones este miércoles; la sangría supera los US$ 1.000 millones en lo que va de la semana y los depósitos de Hacienda en moneda extranjera alojados en el Banco Central de la República Argentina (BCRA) se redujeron a menos de US$ 400 millones.

Con 11 ruedas por delante, Caputo se queda sin reservas propias para mantener el tipo de cambio dentro de la banda superior del esquema cambiario, hoy ubicada en $1.484,65. Si el dólar quiebra esa franja, el BCRA puede volver a intervenir para disciplinarlo. Cuando ese escenario se materializó a mediados de septiembre, la autoridad monetaria sacrificó US$ 1.100 millones en tres días hábiles.

Sangría de dólares: el laberinto del Tesoro

«Se van acabando los dólares del Tesoro. Hoy se estiman que las ventas estuvieron en torno a US$ 320 millones y quedan aproximadamente US$ 350 millones. Sumado a ello, hay que pagar US$ 316 millones a Organismos Internacionales (OOII). Por lo tanto, salvo que entre algún anticipo de los ya anunciados por los OOII, o bien se hayan rolleado esos vencimientos, el Tesoro se ha quedado sin poder de fuego para seguir vendiendo en estos niveles», expresó Nicolás Cappella de Grupo IEB.

Con una demanda sostenida de divisas, la mirada del mercado se posa en lo que ocurrirá el jueves. De replicarse la dinámica actual, Hacienda agotaría los dólares para afrontar el período hasta las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre. Como atenuante, el viernes no habrá operaciones por el feriado nacional, lo que implica un respiro para el alicaído stock oficial.

«El 3/10 el Tesoro tenía en su cuenta en dólares US$ 1.440 millones, si es correcto el dato del mercado que el lunes se vendieron US$ 480 y el martes US$ 280 millones, hoy quedarían US$ 680 millones. Estaríamos en valores similares previos a la eliminación de retenciones», graficó el analista financiero Christian Buteler.

A diferencia del Banco Central, el Ministerio de Economía no informa los números de sus intervenciones en el Mercado Libre de Cambios (MLC). Además, los datos de la evolución de los depósitos oficiales en dólares presentan un rezago de varios días. En caso de restar los US$ 320 millones que el Gobierno habría cedido este miércoles, la dependencia de Caputo cuenta solo US$ 360 millones en su biletera.

Depósitos del Tesoro

Un informe de la consultora 1816 advirtió que hasta los comicios legislativos, los compromisos con organismos internacionales suman US$ 313 millones, de lo que se desprende que al oficialismo no le queda demasiado poder de fuego. «Si el Gobierno desea seguir participando en el spot, muy pronto debería empezar a vender el BCRA (o bien el Tesoro debería comprarle Dólares al Central: tiene más de $12 billones depositados en pesos si deseara hacerse de divisas para vender en el spot y/o pagar deuda)», agrega.

En tanto, la firma de análisis macroeconómico sostuvo que el Central «tiene mucha más espalda que el fisco para enfrentar una dolarización de portafolios: si bien las reservas netas (las que podrían considerarse ‘propias’, que no se le deben ni a China ni a los depositantes) apenas superan los US$ 5.000 millones, las líquidas aún rondarían los US$ 20.000 millones tras las ventas de estos días del Tesoro».

Coincidió el economista Leandro Ziccarelli, al argumentar que «si no entra un desembolso en estas dos semanas el Tesoro ya no tiene poder de fuego para seguir operando en el mercado cambiario y pagar los vencimientos que hay entre el 15 y 18 de este mes (OOII); intuyo que entrará algo y seguirá dando, caso contrario deberá correrse en estos días».

Ante la falta de novedades en las negociaciones con Estados Unidos, la capacidad de maniobra de la administración libertaria se reduce cada día. Sin la asistencia financiera de Trump y con el proceso electoral a la vuelta de la esquina, las expectativas devaluatorias continuarán en las próximas semanas.

Las alternativas de Caputo

Frente a ese escenario de volatilidad cambiaria, el economista del Observatorio de Política para la Economía Nacional (OPEN), Federico Machado, evaluó tres escenarios posibles: refuerzo de la banda superior del actual esquema cambiario; regreso parcial del cepo; o liberación total del tipo de cambio.

«Una alternativa es reforzar la banda superior (rescate de EEUU) para tener una mayor cobertura de la BMA. El problema de vender ‘hasta el último dólar’ es el creciente estrés de la curva de pesos. Al absorber pesos, suben las tasas reales y en un escenario extremo podríamos sumergirnos en una recesión económica muy fuerte (hasta ahora tuvimos solo estancamiento, no hemos visto nada)», planteó.

En cuanto a la posibilidad de limitar el acceso al dólar, Machado apuntó que el equipo económico inició ese camino con la reimposición de las restricciones cruzadas, que restringen la compra de los dólares financieros para quienes adquirieron previamente divisas en el mercado oficial.

«Si se pone por ejemplo un cupo para personas humanas podría reducir la demanda durante las próximas semanas, pero sería muy costoso en términos de credibilidad y un nuevo salto cambiario discreto en la futura ‘nueva salida’ del cepo. Creo que sería muy negativo para el plan económico post-octubre (imposible volver a los mercados)», manifestó.

Por último, el analista económico subrayó que la eliminación de la banda superior y el tránsito hacia una flotación total que incluya acumulación de reservas suena inverosímil en la antesala de las elecciones legislativas y tendría costos en materia de aceleración de la inflación, aunque podría ser «el más beneficioso de cara a 2026».