
El dólar volvió a ser el amo de la semana. Oficial arriba de $1.465, el blue rondando los $1.425, el MEP en $1.468 y el CCL cerca de $1.481. Números que en la city parecen ecuaciones, pero en el barrio son el kilo de carne que se achica o la nafta que no rinde. El riesgo país trepó a más de 1.000 puntos, nivel de países quebrados. Los bonos argentinos se desplomaron hasta 9 % tras el revés bonaerense , y el GD30 ya rinde más del 14%. Cuando el gobierno vende confianza, el mercado la revende en remate.
El caso Spagnuolo dejó de ser un expediente: ahora es pantano. Nuevos testigos, audios, favores en dólares. Cada semana se hunde más y el Gobierno responde con silencio o marketing barato. Mientras tanto, Karina Milei realizó un discurso pobre en Tucumán, muy criticado y burlado en las redes, presentó partido propio, buscó abrazos de gobernadores y volvió con fotos, pero sin firmas. Aplauden, pero no se casan.
Y cayeron los vetos. Emergencia pediátrica, universidades, ATN. Milei los defendió como equilibrio fiscal, pero lo que se recorta no son hojas de Excel, son hospitales sin insumos, rutas destruidas, familias sin contención, personas con discapacidad sin apoyo. La motosierra corta gasto, pero también corta esperanza. La política se hace con la gente adentro, no con la gente afuera.
Este lunes, por primera vez, Milei presentará un Presupuesto propio en cadena nacional. Nunca lo había hecho: hasta ahora se manejó a pura prórroga y tijera. Lo venderá como prueba de seriedad, aunque en realidad es la misma receta de siempre: déficit cero, gasto congelado y recorte que se siente en hospitales, universidades y rutas. En Balcarce 50 le llaman plan; en la calle lo llaman tijera.
En Jujuy, la bronca se mezcla con fiesta. Gimnasia perdió dos veces seguidas en estos últimos partidos de visitante, en el descuento ¡!! y largó la punta. Metáfora futbolera de cómo todo se escapa en el último minuto. La Fiesta Nacional de los Estudiantes avanza con carrozas, papeles, engrudo y juventud que no piensa en vetos sino en el brillo de la avenida. Pero también hay ruido universitario: la UNJu se suma al plan de lucha nacional contra el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, con paro y movilización. El aula se transforma en calle, y el pizarrón en pancarta.
La Boleta Única de Papel es un jeroglífico. Nadie entiende bien qué se vota, ni cuándo, ni cómo se marca. Eso favorece al que tiene aparato. Y ahí está la política jujeña: Zigarán aparece firme, confiada en la maquinaria radical. Los libertarios con González no despegan, más ruido en Twitter que en la calle. Y una oposición distinta con Pascuttini empieza a incomodar, discurso productivo, más de chacra y fábrica que de comité, que cala en un electorado cansado de peleas vacías.
La semana deja números rojos en bonos y verdes en el dólar. Deja vetos que duelen más en hospitales que en balances. Deja gobernadores que se hacen los sota mientras negocian en silencio. Deja a una hermana que sale a jugar en provincias ajenas, aun relacionada con casos de corrupción y a un Jujuy que se disfraza de fiesta mientras la política bosteza. Pero ojo: cuando la bronca se mezcla con la necesidad, el sacudón llega sin aviso, como gol en el descuento.
Más historias
Inicia el cronograma de actividades para el ingreso a 1° año de Nivel Secundario
Corte de tránsito en Av. Bolivia por rotura de acueducto
Rige una nueva normativa para extranjeros en Argentina