Scioli impugnó el reglamento de la alianza Unión por la Patria, que acordaron el kirchnerismo y el massismo, pero en Casa Rosada bajan el tono a la disputa y admiten que «el peronismo se va a ordenar y el sábado puede haber sorpresas».
El conflicto político desatado entre oficialismo y oposición tras los graves incidentes y la represión a las protestas contra la reforma de la Constitución en la provincia de Jujuy, volvió a unir al peronismo en un solo discurso y puso en «stand by» la dura interna por la definición de candidaturas de cara a las PASO, para suceder a Alberto Fernández.
Todo se dio además en el marco de que los partidos que componen Unión por la Patria decidieran prestarle sus avales al espacio de Daniel Scioli para presentarse en las PASO. «Para quienes presiden los partidos que integran Unión por la Patria, resulta sumamente extraño que alguien que aspira a conducir los destinos del país no haya conseguido los avales necesarios para ir a elecciones», plantearon y criticaron la judicialización de la interna.
Desde el sector de Alberto Fernández plantearon que «la interna quedó en stand by». «Hoy los dos temas que se hablan en el oficialismo son Jujuy y el acuerdo con el FMI», confirmó una fuente calificada de la Casa Rosada.
En ese marco, no descartan que antes del sábado, fecha límite del cierre de listas, pueda producirse un diálogo o reencuentro entre las máximas autoridades del frente, incluidos Alberto y Cristina Kirchner.
Fue luego de que el presidente Alberto Fernández formulara una dura declaración contra el accionar del gobierno de Gerardo Morales, y anunciara el miércoles a la tarde, que ordenó al ministro de Justicia, Martín Soria, pedir a la Corte Suprema de Justicia intervenir para denunciar la inconstitucionalidad de los artículos votados en la nueva Constitución de Jujuy.
Tras señalar el pedido de organismos de derechos humanos internacionales, en línea con lo posteado por la vicepresidenta, Alberto Fernández intimó a Morales: «Quiero ser muy claro, respetamos el federalismo y la autonomía de las provincias, pero de no cesar los hechos de represión iniciaré las acciones judiciales y legislativas necesarias para garantizar los derechos humanos en la provincia de Jujuy».
Según algunas interpretaciones, el presidente en su mensaje no cerró la puerta a la posibilidad de enviar al Congreso un proyecto de ley para declarar la intervención federal de la provincia de Jujuy, si Morales o la Corte suprema no anulan o modifican esos artículos.
Y todo el oficialismo, empezando por la vicepresidenta Cristina Kirchner, los legisladores del Frente de Todos, la Liga de Gobernadores del PJ, la CGT, la CTA y gremios afines, lo acompañarían, como quedó demostrado con las manifestaciones en la Ciudad de Buenos Aires este miércoles.
Según analizaron en el entorno del presidente, «lo que pasó en Jujuy es un ensayo de lo que dijo Bullrich que va a hacer el 10 de diciembre, si gana. Morales, ganó (con su candidato la gobernación de Jujuy) y quiso hacer todo (el ajuste) rápido».

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