
El senador oficialista Carlos Caserio.
El kirchnerismo dictaminó favorablemente un proyecto del senador Carlos Caserio para cuadruplicar el mínimo no imponible del impuesto a los bienes personales. La iniciativa fue tratada en una reunión en la que la oposición adelantó su apoyo y preguntó sobre qué criterio se había estimado el aumento y cuál sería su costo fiscal. La respuesta de Caserio sorprendió. Dijo que «trató de proyectar la inflación» sobre el mínimo anterior y prometió cambiarlo si los técnicos de la Oficina de Presupuesto o de Economía proponían otro. En síntesis: Guzmán en ayunas y el vamos viendo se mudó al Congreso.
Mayans el esclarecedor
Mucho más claro fue el mensaje político del presidente del bloque oficialista y vocero de la voluntad de la vice, José Mayans. El senador formoseño alegó que el proyecto estaba dirigido «a llamar la atención del (ministro) de Economía» y desafió a que si en esa dependencia «tienen opinión en contrario que lo digan con números». Por eso, la firma del dictamen fue en realidad la de una suerte de cheque en blanco cuya cifra será revelada durante el debate en el recinto. Lo que quedó en claro, más allá de la cuestión impositiva, es que las acciones políticas del ministro están cotizando a la baja.
Guzmán sigue surfeando
Cerca del ministro le quitan dramatismo a estas declaraciones que consideran electoralistas. También a un episodio ocurrido hacia el fin de semana. Eduardo de Pedro y el hijo de la vice retuitearon el viernes un video en el que aparecen militantes de La Cámpora y el propio Máximo Kirchner cantando consignas de rechazo al pago de la deuda con el FMI. Uno de los primeros en alertar sobre lo ocurrido fue un medio on line que se vincula a Sergio Massa. El posteo se produjo según ese medio en momentos en que Guzmán estaba por hacer el enésimo anuncio de un inminente acuerdo con el FMI.
FMI: el problema es político
También el FMI intervino indirectamente en la cuestión que divide al gobierno K: acuerdo o ruptura. El director Nigel Chalk dijo que la inflación en la Argentina es fenómeno multicausal, pero apuntó específicamente a un causa: «la expectativas no están ancladas». En otras palabras: no se sabe quién va a terminar imponiéndose: la voluntad de acuerdo del dúo Guzmán-Fernández o el ala rupturista de la vice y La Cámpora. Ante la enésima pregunta sobre la marcha de un acuerdo con el gobierno K, Nigel Chalk respondió con un lugar común: el diálogo es fluido. Es decir no avanzamos un paso.
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