septiembre 9, 2025

Cuando la política se aleja, la sociedad marca el rumbo

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Otra vez el Congreso se convirtió en ring y espectáculo de feria: Diputados anularon el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Fue una victoria de las familias que pelean con paciencia infinita contra un Estado sordo, y una derrota para un oficialismo que no logra evitar que cada sesión sea un desfile de bofetadas.

Entre aplausos y reproches, quedó marcado un dato que en Jujuy hizo ruido: el único voto en contra fue el de Manuel Quintar. Sí, el mismo que semanas atrás hablaba de “sensibilidad social” y de “representar la voz de los jujeños”. Pues bien, esta vez eligió representar otra cosa. Ya se sabe: en política las palabras duran lo que dura el aplauso, los votos quedan en actas y en la memoria de los electores.

La otra novela nacional la protagonizó Diego Spagnuolo, titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, quien quedó bajo la lupa por audios que circulan como pólvora. ¿Son reales, son fake? Lo cierto es que todavía no los negó. Y cuando alguien en la política calla, más que defenderse, confirma y el que calla otorga. El oficialismo, mientras tanto, muestra su propia fractura con el nuevo bloque bautizado “Por Coherencia”. Un nombre que parece pensado por un guionista de humor negro: declaran coherencia justo cuando la coherencia se les escurre entre los dedos.

Y así como en Buenos Aires el fuego cruzado no cesa, en Jujuy la campaña empieza a tomar forma. Siete frentes confirmaron candidatos para las elecciones de octubre, donde se disputarán tres bancas de diputados nacionales. El tablero es tan variado que parece un menú de bodegón: hay de todo y para todos los gustos.

Por el Frente Primero Jujuy Avanza (lista 501), el presidente de la Cámara del Tabaco, Pedro Pascuttini, encabeza la nómina, acompañado por Verónica Valente y Adrián Mendieta. Una lista que intenta rescatar músculo del peronismo tradicional, con aliados como Haquim, Rivarola, Perassi y Palmieri. Entre todos, un rejunte con la esperanza de que la marca Pascuttini se convierta en sinónimo de producción y de negociación seria.

Del otro lado, La Libertad Avanza (lista 502) apostó por Alfredo González, empresario de los combustibles, junto a Bárbara Andreussi. Apuesta arriesgada: sin estructura, con divisiones internas y un Milei que entusiasma pero también desgasta. Les queda la fe libertaria, que en Jujuy ya supo dar sorpresas.

El oficialismo provincial, con el sello de Jujuy Crece (lista 503), juega sus cartas con María Inés Zigarán, ministra de Ambiente, secundada por Mario Pizarro y Malena Amerise. Cuentan con lo que otros envidian, es decir estructura, recursos y un Sadir que prefiere surfear cerca de la Casa Rosada sin romper del todo con Milei.

La izquierda, como siempre, se mantiene fiel a sí misma y presenta a Alejandro Vilca al frente de la lista 504, acompañado por Natalia Morales, Julio Mamani y compañía. Un voto duro, identitario, que no crece ni se achica demasiado, pero que siempre está ahí, disputando la tercera banca.

La lista 505, Transformación Libertaria, lleva a Mercedes Cravero de Savio. La 506, Fuerza Patria Jujuy, a Leila Chaher, secundada por Juan Manuel Soler y Alicia Chalabe. Y el Frente Liberal (lista 507) lanza a Raúl Attie con Yolanda Díaz y Juan Carlos Mamani. Nombres hay de sobra, pero bancas son solo tres.

¿Quiénes tienen más chance de sentarse en esas sillas?

Las encuestas, esas cartas marcadas de la política, hablan de tres polos: un oficialismo con Zigarán bien posicionada; un peronismo de centro que deposita en Pascuttini la esperanza de ir al Congreso; y la incógnita libertaria, que puede colar a González si logra ordenar sus tribus. La tercera banca podría ser la del desquite de Vilca o el botín de un mileísmo fragmentado.

La campaña apenas arranca, pero el humor social es claro: la gente no quiere la seguidilla de discursos épicos ni promesas de cartón, quiere que alguien le hable en serio de trabajo, producción y futuro. El resto es ruido, memes y audios sin confirmar. Y mientras en Nación se multiplican los bloques que se juran coherentes, en Jujuy lo que se busca es, al menos, una pizca de certidumbre.

La política, como siempre, juega al truco con cartas marcadas, pero el pueblo mira la mesa esperando que alguien, de una buena vez, deje de fanfarronear y muestre las verdaderas cartas.