agosto 7, 2025

Otra marca internacional desembarca en Argentina y agita el mercado de lujo

Sandro se posiciona en el segmento del “lujo accesible”.

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La firma de indumentaria Sandro París abrirá su primera tienda en Paseo Alcorta en medio del avance de firmas globales y una industria local golpeada.

Una nueva marca internacional se suma al mapa porteño: se trata de Sandro París, que anunció su llegada al país con la apertura de su primera tienda en el shopping Paseo Alcorta, uno de los centros comerciales más exclusivos de Buenos Aires. El anuncio fue realizado en las redes sociales del propio shopping, sin precisar la fecha de inauguración, pero en un contexto de expansión global de la firma y fuerte flexibilización del comercio exterior argentino.

La tienda será una flagship store de la firma de origen francés, que se define como una marca de “lujo accesible” y forma parte del grupo SMCP, propietario también de marcas como Maje, Claudie Pierlot y Fursac. En total, el grupo cuenta con más de 1.600 puntos de venta en 55 países.

Moda con precios en euros

El desembarco de Sandro París se da con una propuesta estética refinada, moderna y atemporal. Pero también con valores que desafían los bolsillos locales: según los precios actuales en su sitio web oficial, un vestido de verano ronda los 295 euros, una chaqueta supera los 400 euros, los pantalones sastreros cuestan cerca de 260 euros, y las camisas unos 265 euros. Valores que, si bien son altos para la media general, también están en línea con los de las primeras marcas de indumentaria de origen local.

Si bien los precios locales de la firma aún no fueron informados, fuentes del sector estiman que llegarían incluso más caros que en Europa, como ya ocurrió con otras marcas del segmento. La combinación entre costos internos elevados, tipo de cambio financiero e impuestos hace que los artículos importados se encarezcan en el mercado argentino. En ese sentido, la ropa de lujo se consolida como un bien aspiracional y de nicho, dirigido a un público con capacidad de consumo.

¿Qué es Sandro y por qué genera interés?

Sandro París nació en 1984, fundada por Évelyne Chetrite, quien sigue siendo su directora creativa. La marca se posiciona en el segmento del “lujo accesible”, con diseños contemporáneos, urbanos y elegantes, que apelan a un público sofisticado pero moderno. Desde 2008, su línea masculina (Sandro Homme) está dirigida por Ilan Chetrite, hijo de la fundadora.

La firma tiene una fuerte presencia en ciudades como París, Londres, Nueva York y Milán. Entre sus clientas más conocidas se encuentra la reina Letizia de España, quien lució en múltiples ocasiones vestidos de la marca en actos oficiales y apariciones públicas. También eligieron sus prendas celebridades y referentes de la moda internacional, lo que refuerza su perfil como marca global con ADN francés.

La firma tiene una fuerte presencia en ciudades como París, Londres, Nueva York y Milán.

La firma tiene una fuerte presencia en ciudades como París, Londres, Nueva York y Milán.

Lujo importado, industria en crisis

La llegada de Sandro se suma a una ola de marcas internacionales que apuestan por el mercado argentino. Este año reanudaron operaciones firmas como Barbour, Colmar y Dr. Martens. A eso se suman versiones sobre un inminente desembarco de Decathlon, y el posible arribo de Dolce & Gabbana, que evaluaría abrir un local propio antes de fin de año. Este movimiento responde, en gran medida, a la eliminación de trabas a las importaciones impulsada por el Gobierno bajo una política de apertura económica.

Mientras tanto, la industria textil local atraviesa un momento crítico. Según datos de la Fundación ProTejer, el 70% de la ropa que se consume en el país ya es importada, lo que genera un desequilibrio creciente para los fabricantes nacionales, muchos de los cuales enfrentan caídas de ventas, reducción de turnos y suspensión de personal.

En este escenario dual, el lujo importado gana terreno y promete seguir expandiéndose al ritmo de una apertura comercial que favorece a los jugadores globales. Para algunos, es una señal de modernización del mercado. Para otros, una postal de la creciente segmentación del consumo en la Argentina actual.