junio 1, 2025

Desde Humahuaca al Congreso Nacional: El Norte pide conducir el PJ jujeño

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El pasado 11 de mayo dejó más que una elección. Dejó señales claras. Entre las más nítidas, una figura emerge con fuerza propia; la de Karina Paniagua, intendente reelecta de Humahuaca.
Paniagua, no solo ganó cómodamente en su municipio, sino que derrotó a las listas del oficialismo, del sector libertario y de partidos locales, consolidando su liderazgo en la zona norte de la provincia.

A su alrededor, se reconfigura un núcleo fuerte del Partido Justicialista en el interior profundo, con intendentes como los de Abra Pampa, Volcán, Hipólito Yrigoyen, Barrancas, Yavi, Barrios, Coranzulí, Uquía, Palca de Aparzo y otras localidades que sostuvieron los colores del peronismo en condiciones adversas: Un partido intervenido, listas digitadas desde Buenos Aires por sectores con poco arraigo provincial, y una estructura vacía en los centros urbanos.

A pesar de eso, gracias al voto del interior, el PJ logró 3 diputados provinciales y conservar presencia institucional en ciudades clave como Monterrico, Libertador, Palpalá, Perico, El Carmen, Yuto y Caimancito. Sin embargo, en la Capital, donde se concentra el mayor padrón electoral, el justicialismo no obtuvo ni un solo concejal. Un síntoma de desconexión con las realidades urbanas y una muestra de que la centralización del camporismo y la falta de debate interno pasaron factura.

El próximo martes 20 de mayo se realizará el Congreso Nacional del PJ. Uno de los temas a tratar es justamente la intervención del PJ Jujuy que ya lleva demasiado tiempo y cuya utilidad ha caducado. Las elecciones internas de 2023 quedaron truncas, con dos listas enfrentadas: Una de La Cámpora, con Leila Chaher y otra de la senadora Carolina Moisés, que luego decidió armar su propio espacio electoral bajo el nombre “Frente Somos Más”, esta última no llego al piso del 5%, lo que lleva repensar su futuro.

Hoy, con los resultados a la vista, se impone una reflexión profunda: La conducción verticalista, intervenida y sin participación, alejó a la militancia, dividió al movimiento y provocó fugas hacia otras fuerzas. radicales, libertarios, independientes, todos tienen hoy a “compañeros” del PJ en sus listas. ¿Por qué? Porque el PJ no contuvo, no condujo, no ofreció una oposición clara, ni una convocatoria real a sus bases.

Quizás llegó la hora de dejar de hablar de internas. Dejar de apostar a una estructura para pocos. Y pensar en una conducción colegiada, con referentes territoriales reales, que represente a todas las expresiones del peronismo provincial, que escuche, que una, que proponga. Es cierto, Perón desconfiaba de las comisiones, pero también creía en la unidad de concepción y acción, y eso hoy no existe.

El peronismo jujeño necesita hacer un mea culpa, abrir las puertas a los que se fueron, convocar a una nueva generación, y usar todas las herramientas posibles —políticas, tecnológicas, territoriales— para reconstruir un movimiento golpeado, pero aún latente y con raíces profundas.

Se celebran elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el candidato Leandro Santoro —al frente de la lista “Es Ahora Buenos Aires”— podría lograr un triunfo importante para el espacio que reúne a sectores del kirchnerismo, el progresismo y otras fuerzas de centroizquierda. Sin embargo, esta realidad no debe confundirse ni trasladarse mecánicamente al interior del país. La realidad del Norte Argentino, y en especial de Jujuy, tiene otros tiempos, otras prioridades, otras heridas. El centralismo porteño no puede seguir definiendo estrategias, nombres ni rumbos políticos en territorios donde los problemas se resuelven con cercanía, compromiso y presencia real. Reconstruir el peronismo jujeño será posible solo si se construye desde abajo hacia arriba, y no al revés.

Como decía El Eternauta, “nadie se salva solo”. El peronismo tampoco. No hay lugar para el egoísmo ni para la imposición. Y si el pueblo jujeño —solidario, noble y trabajador— sigue votando por opciones individualistas, como las que propone el sector libertario, es porque el PJ dejó de ser referencia.

Hay que volver a enamorar desde el territorio, desde la coherencia y desde la escucha. Y tal vez la figura de Karina Paniagua, junto con los intendentes que nunca se fueron del PJ, sean el punto de partida de ese renacer necesario.