El equipo de Lionel Scaloni fue contundente para sacar ventaja a través de Lautaro Martínez y Angel Di María en la etapa inicial. Y luego armó una exhibición que rubricó Paulo Dybala sobre el final. Lionel Messi también tuvo una tarea descollante.
Como primera prueba de cara al Mundial, puede afirmarse que se superó con creces. Argentina osciló entre la contundencia de su ataque y algunas dudas en defensa pero salió ilesa de su compromiso frente a Italia, a la que derrotó con solvencia por 3-0 para quedarse con el título en la Finalisima. Los goles de Lautaro Martínez y Angel Di María le simplificaron la vida al Seleccionado en el primer tiempo de un partido duro, que comenzó a resolver a partir de una genialidad de Lionel Messi. Y que continuó con una exhibición en el período final. Es un partido, es cierto, pero es imposible no ilusionarse con semejante demostración de autoridad.
La Pulga destrabó el encuentro cuando recibió un pase de Lo Celso en tres cuartos de cancha. Desbordó, entro del área y le sirvió el gol a Lautaro cuando iban 27 minutos, en el que fue prácticamente el primer tiro al arco albiceleste.
Hasta ese momento, el partido era parejo. En el cuarto de hora inicial prevaleció la presión en la salida de los dirigidos por Scaloni que buscaban cortar la línea de pase italiano. Pasado ese lapso, Jorginho comenzó a recibir con mayor facilidad la pelota y, a partir de su manejo, la Nazionale mostró su mejor cara y exigió al fondo argentino, más allá de que no fueron llegadas netamente de riesgo.
A esa altura, Argentina había perdido claridad pese a los intentos en ataque. Messi bajaba hasta el mediocampo para hacerse del balón mientras que De Paul y Lo Celso parecían perdidos en la lucha. Di María intentaba desequilibrar de manera individual pero, más allá de algún desborde, no terminaba de pesar. Y por eso, le costaba llegar hasta Donnarumma.
Sin embargo, la Selección encontró el 2-0 en el epílogo del PT, en una gran jugada de Lautaro Martínez, que recibió una pelota en el medio, giró y metió el pase en profundidad para Di María, que la picó ante la salida tardía del arquero italiano.
Con la ventaja, aparecieron los espacios y la Selección coqueteó con la goleada apoyado en un juego colectivo de altísimo nivel. Así fue gran parte del complemento. Primero con un pase hacia atrás de Bonucci que no fue gol en contra de milagro. Después con un remate cruzado de Di María que Donnarumma mandó al tiro de esquina. Y con un centro pasado de Messi que Lo Celso no llegó a conectar de buena manera. Messi, que empezó a buscar su gol, también exigió a Donnarumma.
Si hasta hubo tiempo para que Dybala, que ingresó sobre la hora, anotara el tercer tanto con un disparo cruzado cuando el partido se moría. Lo concreto es que la Selección argentina dio una muestra de los atributos que lo convierten en uno de los candidatos al título en Qatar, aunque esta vez tiene fundamentos futbolísticos para sostener ese sueño.
La síntesis del partido es la siguiente:
Argentina 3 – Italia 0
Argentina: Emiliano Martínez (6); Nahuel Molina (6), Cristian Romero (6), Nicolás Otamendi (5), Nicolás Tagliafico (6); Rodrigo de Paul (6), Guido Rodríguez (6), Giovani Lo Celso (6); Lionel Messi (9); Lautaro Martínez (9), Angel Di María (8). DT: Lionel Scaloni.
Italia: Gianluigi Donnarumma (6); Giovanni Di Lorenzo (4), Leonardo Bonucci (5), Giorgio Chiellini (4), Emerson (5); Matteo Pessina (4), Jorginho (5), Nicolò Barella (4); Federico Bernardeschi (4), Andrea Belotti (4), Giacomo Raspadori (4). DT: Roberto Mancini.
Incidencias
Primer tiempo: 27m gol de L. Martínez (A); 45m gol de Di María (A). Segundo tiempo: Manuel Lazzari (4) por Chiellini (I); Manuel Locatelli (4) por Bernardeschi (I); Gianluca Scamacca (4) por Belotti (I); 16m Leonardo Spinazzola por Pessina (I); 30m Exequiel Palacios por De Paul (A); 31m Alessandro Bastoni por Emerson (I); 39m Julián Alvarez por L. Martínez (A); 39m Germán Pezzella por Romero (A); 45m Paulo Dybala por Lo Celso (A); 45m Nicolás González por Di María (A); 48m gol de Dybala (A).
Amonestados: Otamendi (A); Di Lorenzo, Bonucci y Barella (I).
Estadio: Wembley (Inglaterra). Árbitro: Piero Maza (5), de Chile.
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