septiembre 10, 2025

Alarma en Ucrania: un informe fija para este martes el día D de la invasión­

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Roma (ANSA) – Los desacuerdos agravan la crisis en Ucrania, un país que aún se debate entre la guerra y la paz. Mientras la diplomacia intenta frenéticamente abrir un camino alternativo al conflicto, suenan las alarmas: el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, hizo saber que fue informado de los detalles del posible plan de invasión, que debería tener lugar este martes.

La alerta dada por Zelensky está en sintonía con lo que viene indicando desde hace días la inteligencia estadounidense.

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, habló de «una aceleración dramática» en el despliegue de fuerzas rusas en la frontera con Ucrania, que según fuentes de la administración estadounidense comenzaron a pasar a «posiciones de ataque», con «más de cien mil» hombres desplegados.

Un despliegue al que los estadounidenses responden con un refuerzo de los aliados en la zona, al enviar otros ocho cazas F-15 que ya desembarcaron en la base polaca de Lask.

Los indicios de un agravamiento de la crisis se completan con el anuncio de Washington del desplazamiento de los últimos funcionarios de su embajada de Kiev a Leópolis, y los planes de ayuda que prepara la Unión Europea para los países de primera llegada en la gestión de posibles refugiados.

DIPLOMACIA­

­Pero los esfuerzos diplomáticos continúan con la misión del canciller alemán, Olaf Scholz, a Kiev y luego a Moscú.

En este escenario confuso, desde Rusia llegaron tímidas señales de apertura. Hay «posibilidades» de encontrar un acuerdo con Occidente, dijo por la mañana el ministro de Exteriores ruso, Serghei Lavrov, al reunirse con el presidente, Vladimir Putin, y explicar que sus diplomáticos preparan una respuesta de 10 páginas a las propuestas de seguridad de Estados Unidos.

Por su parte, el ministro de Defensa, Serghei Shoigu, hizo saber que «una parte de los ejercicios» de las fuerzas armadas a las puertas de Europa «está finalizando, otra se completará en un futuro próximo». Y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también habló de «canales estrechos para el diálogo».

La zanahoria de los lugartenientes, sin embargo, va acompañada del bastón del líder: la expansión hacia el este de la OTAN, acusó una vez más Vladimir Putin, «es infinita y muy peligrosa» y se produce «a costa de las ex repúblicas soviéticas, incluida Ucrania».

Una posición que el líder del Kremlin reiterará en la reunión de este martes con Scholz, que desde Kiev trató en tanto de enfriar los ánimos. La cuestión del ingreso de Ucrania a la Alianza Atlántica actualmente «no está en la agenda», y por eso mismo, dijo, es extraño que Moscú actúe como si lo estuviera.

Sholz reiteró que «en caso de agresión militar, estaríamos preparados para sanciones a gran escala».

«Si Rusia vuelve a violar la soberanía de Ucrania, sabremos qué hacer», advirtió, amenazando nuevamente con «graves consecuencias», pero al mismo tiempo llamando a Moscú a «tomar las ofertas de diálogo», después de haber solicitado ya «señales inmediatas de desescalada».

Mientras, desde Londres, el primer ministro, Boris Johnson, pidió a Putin que de un paso atrás «desde el borde del precipicio».