
JPMorgan compartió un estudio donde aseguran que la variante Ómicron será la menos perjudicial en términos económicos desde que empezó la pandemia.
La nueva ola de coronavirus causada por la variante Ómicron está preocupando a todo el mundo, pero para los analistas de JPMorgan esta nueva cepa será la que menos perjudique a la economía mundial debido a tres razones centrales sobre cómo se expandió hasta el momento.
Las mismas no están solamente centradas en el análisis de esta variación del virus como tal -viendo su tasa de positividad y su mortalidad en el proceso-, sino que también analiza el panorama a nivel internacional y como este está más preparado para hacerle frente al virus.
Con todo esto en mente, acá te explicamos las tres razones por las que el JPMorgan espera que la variante Ómicron sea la menos perjudicial para la economía desde que comenzó la pandemia.
La primera razón está basada en la alta tasa de infectividad que tiene esta variante del coronavirus. Mientras que la cepa original comenzó en China y migró lentamente hacia el oeste (en el plazo de tres meses aproximadamente) y la Delta empezó en India y el Reino Unido para luego afectar al mundo, en este caso se vio una aparición simultánea en casi todos los países a la vez.
«La rápida propagación de Ómicron y su reducida virulencia apuntan a una ola más sincronizada en todo el mundo», señalan los economistas y luego agregan: «Aunque el recuento de casos se concentra actualmente en EEUU y Europa, los controles no son lo suficientemente estrictos como para evitar que el virus se extienda por todo el mundo antes de que finalice el próximo trimestre».
Esto es visto como algo positivo gracias a que las olas de infección generadas llegan a su pico mucho más rápido que en otros casos, permitiendo tomar medidas más ligeras sobre cómo combatir la infección.
Con esto en mente, el banco destaca cómo la actual ola de casos que se vivió casi al mismo tiempo en todo el mundo no parece afectar fuertemente a ningún país de la misma forma que sucedió en 2020 y 2021.
«Una oleada más sincronizada podría ejercer una mayor presión a la baja sobre el crecimiento mundial, pero es poco probable que genere la debilidad regional concentrada de anteriores oleadas de COVID», añade el equipo.
Esto se da porque las restricciones que toman los países son mucho más leves que las realizadas contra la variante original y la Delta, aprovechando la baja tasa de mortalidad como elemento para poder evitar fuertes golpes a la economía.
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