
Por el cepo a las exportaciones de carne vacuna, a partir de la próxima semana el frigorífico santafesino Black Bamboo paralizará su producción y suspenderá la faena de ganado. La medida afectará a unos 600 operarios que desarrollan tareas en ese establecimiento en la localidad de Hughes.
El frigorífico comunicó que partir de la semana próxima frenará su proceso de faena por los efectos de las restricciones a la exportación de carne vacuna que prorrogó el Gobierno hasta el 31 de octubre próximo. Actualmente el frigorífico cuenta con un plantel de 600 empleados, la faena es de entre 700 y 750 animales por día, y en las últimas semanas se ubicó en los 500 animales. Además, en el último mes el nivel de faena fue de 11.000 cabezas, un 25% menos de sus posibilidades.
El sector registra adelantos de vacaciones y el pago de una garantía horaria que si se traslada al ingreso de los trabajadores, represente una reducción cercana al 30 por ciento.
Fuentes de la empresa sostienen que «con un cepo del 50%, más algo más de algunas cuotas, no se puede trabajar todo el mes, y se debe parar la faena al menos entre una o dos semanas. Lamentablemente hay otras empresas en estas condiciones, hay muchas operando a menos del 70%».
La actividad de Black Bamboo se centra en el mercado externo, donde el 40% de la producción se encuentra direccionado a China, pero también comercializa a Israel y la Unión Europea. «En estas condiciones no se puede seguir, hay limitantes logísticas porque no se puede seguir acumulando carne, y también financieras, porque si no vendés no podés pagar la mercadería. Estamos abarrotados de stocks, llevamos carne a diferentes cámaras pero no podemos hacer más», explicaron desde la empresa, cuyos propietarios son de los capitales chinos Black Bamboo Enterprises.
En las últimas horas, el presidente del Consorcio Exportador de Carnes ABC, Mario Ravettino, aseguró durante una disertación en un evento virtual de la Fundación Libertad, que por las medidas oficiales la exportación de carne vacuna podría caer este año un 25 por ciento. Y destacó que entre 2015 y los primeros siete meses de este año la exportación creció más de un 300 por ciento.
Ravettino aseguró que «con este esquema estamos alterando y dándole un garrotazo definitivo a la producción de ganado bovino en el país, a la inversión de la industria, al trabajo formal y a la consideración que tendríamos que tener de parte de los clientes en el exterior».
GOLPE A LOS CHORIPANES
El consumo de choripanes bajó 80% debido a la pandemia de coronavirus, según reveló el titular de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Daniel Urcía. .
«El consumo bajó por las restricciones, siendo un producto que se consume espontáneamente y de parado», explicó el dirigente en declaraciones radiales.
Como ejemplo de actividades que desaparecieron por la pandemia, Urcía señaló que «en el partido de la Selección contra Bolivia no hubo choripanes en los alrededores de la cancha». En ese sentido explicó que «el precio del choripán siempre compitió con el de la hamburguesa y el lomito, y siempre estuvo por debajo. El precio del chorizo fresco ha seguido a la carne, pero hay empresas competitivas y colocan el precio del chorizo a la mitad de la hamburguesa», señaló.
Según sus cálculos, sólo por el fútbol sin hinchas, durante un año y medio se vendieron 1,2 millón de unidades menos y se perdieron unos 40 millones de pesos en facturación por menor consumo de choripanes.
Paradójicamente, el choripán acaba de ser elegido como uno de los mejores sandwiches del mundo y calificado de «estupendo» según la revista especializada en comidas típicas Taste Atlas.
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