
La actriz reveló datos desconocidos acerca de la ruptura con el actor.
Graciela Alfano estuvo como invitada a Flor de Equipo, programa comandando por Florencia Peña, donde habló de todo, pero hizo una revelación que hasta el momento no conocíamos con respecto a su ruptura amorosa con Matías Alé.
Luego de hablar de la introspección en la que se sumió debido a la pandemia, la actriz contó lo que le costó superar aquel desamor que llegó a su fin hace 13 años.
Lo primero que remarcó fue que junto a su agente de prensa y amigos, a pesar de sentirse fatal, salió a negar este sentimiento, ya que la tristeza no vende: “Como diva no podés decir ´me plantaron, me abandonaron, me duele o me hizo mierda», reconoció, ante la atenta mirada de todos en el piso.
Y agregó: «El pibe que vos pensabas que iba a ser para toda la vida resultó ser solo un momento que fue largo, pero que se termina» y eso le llevó 10 años poder superarlo.
“No hay cosa más dura que el amor cuando se termina”, afirmó. Y sostuvo: “Es un vacío y un ardor en el pecho, que cuando cada mañana, en ese momento, abría los ojos decía ‘¡qué feo que es esto!’, ¿qué es esta angustia?’”.
Asimismo reconoció que debió recurrir a cinco sesiones de terapia a la semana para poder canalizar aquel dolor: “En esos primeros momentos tuve cinco sesiones por la semana y los fines de semana tenía el teléfono de la terapeuta para hablarle”, manifestó. Y después añadió: “Durante 10 años estuve con antidepresivos”. A lo que le repreguntaron «¿O sea que tardaste 10 años en superar a Matías?». A lo que Alfano reconoció afirmativamente.
“Tardé 10 años en superarlo, pero además en el medio pasaron cosas muy graves como la muerte de mi madre y el accidente de mi hijo”, explicó aunque insistió: “Lo que yo lloré cuando me separé de Matías, fue un sufrimiento horrendo”, cerró.
Más historias
El Cabildo abre sus puertas para que los carroceros conozcan el museo de manera gratuita
FNE 2025: LAS 11 REPRESENTANTES ESTUDIANTILES, TENDRÁN VISITA PROTOCOLAR Y PASAJE PRIMAVERAL
San Salvador de Jujuy, un tesoro por descubrir